Acapulco, Guerrero – En una rueda de prensa reciente, Germán González, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), reveló la devastación económica que la ciudad de Acapulco ha experimentado a raíz del huracán Otis. Según las estimaciones de González, el daño a la industria gastronómica asciende a la impactante cifra de 4 mil millones de pesos.
Una de las problemáticas destacadas por el presidente del Canirac es la alarmante falta de seguros entre los establecimientos afectados. Tan solo el 5 por ciento de los restaurantes contaban con algún tipo de cobertura, dejando al resto vulnerable a las pérdidas económicas y los desafíos financieros que la reconstrucción conlleva.
González subrayó la necesidad urgente de la participación tanto de la banca de desarrollo como de la comercial para respaldar los esfuerzos de reconstrucción. La colaboración entre el sector público y privado se presenta como crucial para revitalizar una industria clave para la economía local y nacional.
Antes del paso del huracán, la industria restaurantera en Acapulco contaba con un total de mil 200 restaurantes turísticos y 5 mil 700 establecimientos de comida. Sin embargo, tras el embate de Otis, estos números han sufrido un cambio drástico. El 75 por ciento de los establecimientos registran daños mayores, mientras que el restante 25 por ciento sufrió daños menores.
La magnitud de la destrucción pone de manifiesto la vulnerabilidad de la industria ante fenómenos naturales y la importancia de implementar medidas preventivas y de contingencia. Además, la falta de seguros resalta la necesidad de concientizar a los propietarios de restaurantes sobre la importancia de contar con cobertura para enfrentar situaciones de emergencia.
La reconstrucción de Acapulco no solo implica reparar estructuras físicas, sino también revitalizar una parte integral de la cultura y la economía local. La participación activa de la banca y el compromiso de la comunidad serán esenciales para superar estos desafíos y permitir que la industria restaurantera recupere su vitalidad.