Un mundo entero de símbolos que rodean al presidente, además de invitarnos, atraernos, persuadirnos y hasta arrastrarnos hacía la política mexicana, está moviéndole las entrañas a muchos más de los 30 millones de amlovers y votantes del tabasqueño.
En 2012, se anunciaba el Pacto por México. En el Castillo de Chapultepec, el 2 de diciembre las firmas de los presidentes de los tres principales partidos políticos del país se plasmaron en un acuerdo.
En el documento se plasmaron tres ejes centrales, mismos que no se cumplieron.
- «El fortalecimiento del Estado Mexicano.» Peña no solo debilitó la mayor figura de poder en el sistema mexicano, sino que las instituciones a su cargo se inundaron de corrupción. Parte del descontento hacia Enrique Peña fueron sus Reformas.
- 2. «La democratización de la economía y la política, así como la ampliación y aplicación eficaz de los derechos sociales». La Casa Blanca, un reportaje que marcaría el sexenio y lo que algunos llamarían el declive de una carrera inflada, ‘copeteada’, fue también el destape de una profunda intervención de compañías privadas en los contratos gubernamentales. Solo por mencionar a la española OHL.
Ayotzinapa es otro de los grandes casos que no pudo callar el poder. La desaparición de 43 estudiantes normalistas el 26 de septiembre de 2014, le echó a Peña encima a casi todo el país.
La promesa de bajar los combustibles gracias a una Reforma Energética que abría el paso a las compañías privadas, sin embargo, la gasolina subió y además se retiró parte del subsidio gubernamental.
Y Trump. Una desastrosa invitación a México que no solo le dio impulso a su campaña, sino que reveló la incapacidad del gobierno peñista para hacerle frente a Donald Trump, incluso antes de ser presidente.
- 3. «La participación de los ciudadanos como actores fundamentales en el diseño, la ejecución y la evaluación de políticas públicas». La Reforma Laboral nos quitó derechos, la Educativa desprestigió al magisterio, la Fiscal debilitó a la clase media, la Energética no bajó el precio de nada.
De las 11 Reformas que gracias al Pacto por México se articuló el gobierno de Peña Nieto, pocas tuvieron un impacto positivo para la mayoría.
Para el 2018 Peña ya no era bien visto por nadie. Le tocó ser el símbolo de todo lo que ya no queremos en México. La obscena puesta teatral del matrimonio presidencial fue el fin de la simulación en la vida pública.
Con la misma vara que medimos a Peña Nieto, medimos a López Obrador. Uno ganó gracias a la matraca en la mano de Televisa y otro con la matraca de 30 millones de mexicanos.
¿Cuánto pudo durar un producto de Televisa en el poder? ¿Cuánto puede durar un personaje emanado del pueblo? Legalmente 6 años, pero el miedo de algunos es que una leyenda viva y sea un símbolo de todo lo que ellos perpetuaron.
Ayer se anunció la detención de Emilio Lozoya, todo apunta que los culpables por el saqueo a PEMEX está en el círculo cercano a los excandidatos presidenciales del PRI que compitieron con presidente tabasqueño en la reciente historia.