Nancy Jiménez Martínez, experta del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, se negó a usar vajillas desechables en los hospitales que reciben tratamiento para pacientes con Covid-19.
Los investigadores del centro advirtieron que debido al aumento de la producción de desechos en el país y a los servicios insuficientes de recolección y tratamiento de desechos sólidos, la pandemia de coronavirus no solo ha causado daños a la salud pública, sino también al medio ambiente.
“En este momento buscamos protección y seguridad a veces en cosas simbólicas, en este caso en los plásticos. Por ello, hemos encontrado que hay un incremento en la generación de residuos por el uso de caretas, de mascarillas, de productos desinfectantes, de limpieza en general”
Jiménez Martínez señaló que frente a las restricciones de México, la cantidad de residuos generados se ha incrementado significativamente, con los residuos domésticos pasando de 3,5% a 17% y los residuos biológicos infecciosos aumentando a 300%, así lo anunció la UNAM.
“Sin Covid-19 generábamos 1.5 kilos por persona en los hospitales, en junio de 2020 alcanzamos un nivel que llegó a 16 mil toneladas, y en el escenario crítico que hoy estamos se han alcanzado 29 mil toneladas de residuos, lo que representa 300 por ciento superior a la línea de base que generamos al año sin pandemia” dieron la alarma mientras participaban en el programa de televisión universitario La UNAM Responde.
Además, Jiménez Martínez recordó que hubo un rezago en la gestión de los residuos sólidos que fue teñido por otros países.
Al respecto, mencionó los datos oficiales de la Semarnat en 2020, que muestran que el 10% de las ciudades de México no brindan servicios públicos de recolección de residuos.
Esto significa que el 16% de los residuos «todavía están allí o ni siquiera se recogen», y la mayoría de los sitios de disposición final son «vertederos a cielo abierto», y solo el 3,7% de los miles de vertederos registrados cumplen con las normas de protección ambiental.
Por ello, cree que la ciudadanía y las autoridades deben dejar en claro que la gestión y restricción de los residuos sólidos es un servicio público «urgente y fundamental» para dar respuesta a las emergencias y reducir los riesgos para la salud y disminuir su impacto en el medio ambiente, advirtió la investigadora.
“Es cierto que enfrentamos una crisis, pero no es el único reto para la humanidad, toda vez que está también el cambio climático o plástico en los océanos, entonces tenemos que ser mesurados en la generación de residuos”
Los expertos del CRIM se negaron a utilizar vajillas desechables en los hospitales que reciben tratamiento para pacientes con COVID-19 porque “esto será un problema mayúsculo, vemos ahora el abuso de los plásticos de un solo uso, en los espacios públicos, en los restaurantes, todo viene cubierto”.
En ese sentido, dijo, se trata de una «protección simbólica de nosotros mismos», por eso comprar más casas, buscar productos de embalaje que sean fáciles de desinfectar y aumentar la generación de residuos.
“Aunque se trata de un tema de conciencia personal y colectiva, también requiere la intervención pública”, remató la investigadora.