Cabo Cañaveral, 8 de enero de 2024 – En un emocionante hito espacial, la nave Peregrine Lunar Lander, portadora del Proyecto Colmena de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se encuentra en ruta hacia la Luna después de su exitoso lanzamiento desde Cabo Cañaveral. Sin embargo, la misión se ve amenazada por una misteriosa anomalía que ha dejado a la nave sin la capacidad de apuntar sus paneles solares hacia el Sol.
La nave, fabricada por la compañía privada Astrobotic, se separó con éxito del nuevo cohete Vulcan de United Launch Alliance. Inmediatamente después, estableció comunicación con la red de antenas en tierra de monitoreo del espacio profundo de la NASA. Todo parecía ir según lo planeado, hasta que surgió un problema inesperado.
«Desafortunadamente, ocurrió una anomalía que evitó que Astrobotic alcanzara una orientación estable hacia el sol», informó la compañía en un comunicado en Twitter. La situación ha dejado a la nave sin la capacidad de apuntar sus paneles solares hacia la fuente de energía crucial: el Sol.
El Proyecto Colmena, a bordo de la nave, consta de cinco robots compactos que buscan analizar la posibilidad de montar estructuras en la superficie lunar y estudiar el polvo lunar como recurso para la producción de oxígeno y metales. Sin embargo, la anomalía ha puesto en peligro la realización de estos objetivos.
El equipo de Astrobotic está trabajando diligentemente para abordar la situación en tiempo real. La documentación del módulo disponible en línea explica que, mientras está en órbita, los paneles solares deberían apuntar al Sol para permitir la máxima generación de energía. La pérdida de esta capacidad ha llevado a la nave a quedarse sin energía.
La compañía ha señalado que la causa probable es una «anomalía de propulsión» que podría amenazar la capacidad de la nave para realizar un aterrizaje suave en la Luna. La batería de la nave está alcanzando su nivel operativo más bajo, y la comunicación se ha perdido, según lo previsto.
Antes de la interrupción de la comunicación, el equipo llevó a cabo una maniobra improvisada para reorientar los paneles solares hacia el Sol. Sin embargo, la nave entró en un periodo de pérdida de comunicación como parte de la secuencia planificada.
La empresa ha subrayado en las redes sociales que la misión, siendo la primera robótica comercial estadounidense a la Luna, enfrenta un desafío crucial. La nave Peregrine se encuentra en camino a la Luna y debe mantener su órbita antes de aterrizar en «Sinus Viscositatis» o «Bay of Stickiness» el 23 de febrero.
A pesar de los obstáculos, la UNAM y Astrobotic mantienen la esperanza de resolver la anomalía y continuar con la histórica misión. La comunidad científica y el público en general aguardan con expectación el desenlace de esta odisea espacial.