«La Mega farmacia del Bienestar es la Mega Solución a la Megacorrupción…
Megacorrupción que imperó en la peor infamia», así lo dijo el Dr. Jorge Alcocer Varela, secretario de salud.
El pasado 29 de diciembre del 2023 el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador y autoridades del Gobierno de México dieron por inaugurada la Megafarmacia en Huehuetoca, Estado de México, con el fin de atender todas las recetas con todos los medicamentos de las instituciones de salud.
Para muchos la Megafarmacia, sobre todo en las redes, es una mega bodega. Esos muchos tienen otro concepto o están malinformados sobre un proyecto que involucra a todo el país, pero que ellos solo pueden ver en Huehuetoca. Cuando reducen la discusión les es más fácil ganar adeptos, unos cuantos despistados y muchos otros solo malintencionados. Es un tema que tocan desde lejos porque regularmente no es una necesidad para ellos.
Lo que no se dice en redes sociales es el impacto que generará en los usuarios de las instituciones de salud, el IMSS atiende actualmente a cerca de 22.3 millones de usuarios, el IMSS Bienestar a 31.5 millones y el ISSSTE a 13.6 millones, lo que representa un aproximado de 67.4 millones de usuarios beneficiados, cifras que se están incrementado.
Esta gran farmacia para el bienestar de 42 hectáreas de superficie es como 7 veces el zócalo capitalino, está estratégicamente colocado para dar una red de abasto por cielo o por tierra, está a 30 km del arco norte, a 5 km del circuito exterior mexiquense y a 30 minutos de Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Sin embargo, las medicinas gratuitas han sido un tema este sexenio y la historia comienza con el combate a la corrupción. El diagnóstico ha sido alarmante, había un abasto de alrededor del 70% en claves básicas, es decir, de unas cuantas medicinas. Los doctores «prefierían» decirles a los pacientes que no perdieran el tiempo y que salieran a las farmacias de las periferias y compraran el medicamento.
El abasto de medicamento antes se media en controles de inventarios de almacén o de farmacias, hoy se habla de abasto a nivel recetas surtidas por persona, según datos de seguridad social se surten cerca de 698 mil recetas diarias.
Los médicos tenían la costumbre de recetar por el nombre comercial y no por el componente activo, al no tener estos insumos en las farmacias de clínicas y hospitales la población estaba acostumbrada a hacer el gasto en sus medicamentos en las farmacias cercanas que muchas veces eran de los mismos funcionarios de salud que los recetaban, la corrupción tenía un perfecto diseño en la cadena logística para hacer negocio con la salud de la población.
Ahora con este mecanismo que implementa un modelo central público para asegurar el abasto de medicamentos mediante un control de inventarios que se vea reflejado en una receta al 100% surtida. El mecanismo es muy simple, al no tener una receta surtida los usuarios podrán hacer uso de la megafarmacia, tendrán que marcar a un teléfono donde se le solicitará datos personales del usuario como nombre CURP, el no. de folio de la receta, y el nombre del medicamento, se analizará la información y se tendrá como máximo 3 horas para que la institución de salud resuelva si tiene el medicamento en la periferia, de lo contrario si no existe, la megafarmacia se activa y proporciona el insumo.
La apertura de este gran almacén ya tiene 286 millones de piezas de las cuales son 1,413 claves de medicamentos y más de 393 claves de material de curación. Este almacén cuenta con red fría, congeladores y ultra congeladores para resguardar medicamentos controlados y de alto valor. Pero esto no será suficiente para aquellos críticos que seguramente dirán que no hay insumos básicos como insulinas o medicamentos de altísimo valor, pero lo que no dicen es la corrupción que imperaba, no mencionan que solo se surtían el 54% de las recetas, o que había menos “tipos” de medicamentos y que eran insuficientes para dar un tratamiento completo y por lo tanto reducía la eficiencia, tampoco mencionan que el 29% de los pacientes realizaban un gasto de bolsillo al salir de su consulta y entre otras mucho más graves como las compras ineficientes con precios hasta tres veces más elevados del costo original.
Antes la gente no tenía opciones y se normalizaba el libre comercio de medicamentos y servicios, la salud era y es para algunos todavía un negocio, si no hay enfermos no hay dinero, la salud era solo para los que tenían la solvencia de mantenerlo, sin embargo, hoy vemos otra realidad en un sistema de salud que homologa a las instituciones con el fin de garantizar lo que hoy es un derecho universal, el derecho a la salud con un sentido humano y preventivo para las futuras generaciones de México.