Se niegan a abandonar sus hogares
Cerca de 50 familias que viven en las inmediaciones del basurero de Escalerillas en el municipio de Chimalhuacán, incendiado desde el fin de semana pasado, se niegan a abandonar sus hogares.
Se trata de un grupo de pepenadores dedicados desde hace años a la separación y venta de desperdicios en el sitio, quienes lograron construir hogares improvisados al pie de los desechos.
De acuerdo con las autoridades locales, el grupo se niega a abandonar sus hogares por temor al saqueo de sus pertenencias a pesar de que están expuestas a padecer enfermedades respiratorias.
Esto debido a los gases tóxicos generados por la combustión de los desperdicios y que desde hace tres días rodean a toda la comunidad y municipios vecinos.
Hugo Sergio González Rosales, director de salud local dijo que hasta el momento se han atendido a siete menores de edad con sintomatología de intoxicación.
Los infantes presentaron problemas respiratorios por inhalación de humo al presentar tos, irritación ocular y sinusitis alérgica tras su contacto cercano con el sitio del incendio.
No es fuerte el problema, llevamos nebulizador para revisar a las demás personas que no quieren irse al albergue”, reconoció.
Este grupo de pepenadores fueron los primeros en tratar de sofocar las llamas el sábado pasado, sin embargo, debido a la magnitud no pudieron evitar que se propagara.
Ante ello, el Ayuntamiento de Chimalhuacán informó que se habilitará un albergue en el Centro de Desarrollo Comunitario La Joya para atender a las 50 familias que permanecen en el lugar.
Además del despliegue de brigadas médicas se mantienen en el sitio que en tres días han atendido a 21 personas con ayuda de una Unidad Móvil Médica.
Incluso, para este martes el gobierno local de Chimalhuacán y Chicoloapan pidieron suspender clases presenciales en el nivel básico para evitar la exposición de los menores a los contaminantes.
Fuente: Hoy Estado.