Todos ellos se habían amparado contra el decreto de austeridad.
Ante la posibilidad de que se empiecen a abrir auditorías al área que encabezó Edmundo Jacobo, renunciaron ocho altos funcionarios de la Junta General Ejecutiva Ampliada del Instituto Nacional Electoral.
Los funcionarios se justificaron bajo el argumento de que con ellos dejarían en plena libertad a la nueva presidencia del INE, de proponer a quienes encabezarán las respectivas áreas ejecutivas y técnicas de la institución.
Asimismo, seguirán en su cargo la o el titular de la Secretaría Ejecutiva y otros 16 funcionarios públicos. Esos integrantes son propuestos por el consejero presidente y deben ser votados por mayoría calificada de ocho votos; y es la Presidencia del Consejo General la que encabeza la Junta.