THE BATMAN

Porlaredaccion

1 de marzo de 2022

CRÍTICAS

El regreso de Batman a la gran pantalla, tras sus múltiples apariciones en las distintas sagas de BurtonSchumacher y Snyder, esta vez con Matt Reeves (Monstruoso, 2008) a los mandos del asunto, significa todo un revulsivo dentro de la, más bien confusa, línea de películas de DC / Warner, al presentar a un nuevo Batman que, si bien, está en consonancia con la mirada y el cuerpo que le otorgó Christopher Nolan en El caballero oscuro (2008), ahonda aún más en la aproximación a un personaje torturado presentado en un contexto terriblemente adverso, con un villano cruel, enloquecido y sumamente inteligente -también hay ecos del Joker de Heath Ledger en el Enigma de Paul Dano-, renueva su posicionamiento sobre el personaje al plantearlo más como un detective enmascarado que con un superhéroe capaz de resolver sus problemas lanzando batarangs y pegando puñetazos. Todo ello en un contexto extremadamente realista -de nuevo más cerca que Nolan que de Snyder, por ejemplo- donde Batman no deja de correr a la caza de un asesino imprevisible, siendo golpeado una y otra vez por sus rivales (creo que es la película en la que Batman más puñetazos y balas se acaba zampando).

Reeves acierta de pleno en su planteamiento de la jugada. Con una puesta en escena cuidadísima, plagada tanto de imágenes sensuales -ese Bruce Wayne yendo en moto mientras suena el “Something in the way” de Nirvana- como de secuencias de alto poder adrenalínico donde el cineasta decide dejar la cámara fijada -en los laterales y en el interior del coche o de la moto- creando unas imágenes potentísimas donde la violencia es vivida más que observada, girando el vacío habitual de tanta escena grandilocuente en el cine de superhéroes contemporáneo, hacia una imagen física y violenta que gana más por la combinación inteligente de planos aislados que con la cansina secuencia larga y ampulosa de cualquier película que os venga a la cabeza.

The Batman Trailer (2)

The Batman más que cine de superhéroes -tiene poco de “súper” aquí el héroe enmascarado- es cine negro contemporáneo con toques de terror absoluto. La conexión con los thrillers de David Fincher es más que nítida: tanto Seven (1995) -atmósfera pesimista, prácticamente toda la película pasa de noche en un Gotham anegado por la lluvia- como Zodiac (2007) -ya no sólo por los acertijos de Enigma, sino por la sensación de fatalidad que arrastra una investigación que o bien no parece llegar a ninguna parte y donde la mayoría de las pistas están trucadas-.

Que el criminal enloquecido haga correr a Batman y a Gordon por toda la ciudad para siempre acabar llegando tarde a los crímenes, recuerda mucho también a los detectives protagonistas de Seven, marionetas en un juego que no acaban de entender y con un enemigo tremendamente hábil (incluso con su locura). Batman, por más superhéroe que se crea, aquí aparece desconcertado y apesadumbrado, no puede atrapar a Enigma a puñetazos, así que debe esforzarse mucho en afilar sus dotes de detective. Todo ello combinado con el ambiente puro del cine negro con ecos del M, el vampiro de Dusseldorf (1931) de Fritz Lang (recordemos que Reeves es el guionista de esa obra total del post-noir que es La otra cara del crimen (2000) de James Gray.