En medio de una tarde tranquila en la localidad de San Lorenzo, en el municipio de Jáltipan de Morelos, al sur del estado de Veracruz, una tragedia devastadora marcó la vida de una familia. Un incendio, presumiblemente desencadenado por un cortocircuito en una de las habitaciones de su hogar, acabó con la vida de una niña de siete años que padecía microcefalia.
Las autoridades policiacas y de Protección Civil recibieron la alerta alrededor de las 18:00 horas del domingo. El fuego había consumido una vivienda en la avenida Lemarroy, desatando una movilización para controlar la emergencia.
El informe preliminar indica que el siniestro se originó por una falla en el sistema eléctrico, generando humo e incendio en uno de los cuartos de la casa. Ante la magnitud del problema, los miembros de la familia y vecinos se unieron para intentar apagar las llamas.
Naomi Guadalupe, madre de la pequeña víctima, relató desgarradoramente que intentó resguardar a su hija en un sillón de la sala, creyendo que en ese lugar estaría a salvo de las llamas. La niña, afectada primero por el humo y luego por el fuego, no pudo ser rescatada a tiempo.
A pesar de los esfuerzos de los bomberos por sofocar el incendio, este ya había consumido gran parte de la vivienda y se cobró la vida de la menor. La Policía Municipal acordonó la zona, alertando a las autoridades ministeriales para que iniciaran las investigaciones pertinentes.
Elementos de la Policía Ministerial y de Servicio Periciales llevaron a cabo las diligencias correspondientes y realizaron el levantamiento del cuerpo de la niña para ser trasladado al Servicio Médico Forense (SEMEFO). Se espera que sus familiares reclamen legalmente el cuerpo en las próximas horas.
La tragedia toma un matiz aún más desgarrador al conocerse que la menor había sufrido un accidente dos años atrás, siendo aplastada por una barda, lo que le provocó la microcefalia. Esta condición limitaba su movilidad, obligándola a pasar la mayor parte del tiempo acostada.
Familiares y vecinos, consternados por la pérdida, se han unido para organizar los preparativos funerarios, que tendrán lugar este lunes. La muerte de la pequeña ha dejado un vacío irremplazable en la comunidad, que se une en el dolor para despedir a quien, a pesar de sus limitaciones, irradiaba amor y alegría.
Esta tragedia pone de manifiesto la importancia de la seguridad eléctrica en nuestros hogares y nos recuerda la fragilidad de la vida, especialmente de aquellos que enfrentan desafíos tan grandes desde temprana edad.